Cariño: tal vez sea la palabra que mejor describa el motivo de nuestro compromiso con este pequeño hotel.
Con recorridos y actividades profesionales diferentes a la hostelería, decidimos desarrollar este proyecto, por mi parte, debido a la voluntad de dar continuidad a historias personales, relacionadas con la hostelería, que comenzaron hace tres generaciones en la emigración gallega en Cuba, transcurriendo después por Brasil y Venezuela, y cristalizando aquí, en este hotel en Santiago de Compostela.
Y por parte de mi pareja, debido a su tremendo amor por esa Galicia más ancestral, enterrada en nuestra memoria genética, que ha prolongado sus fronteras mucho más allá de esos estoicos acantilados y montañas primigenias, cruzando océanos o atravesando mesetas y cordilleras. La esencia es esa: cariño.
Los dos compartimos la ilusión de recibir a personas en una ciudad que ha crecido con el mismo propósito y, formando parte de un fantástico equipo, nuestro compromiso es que disfruten de su estancia en Santiago.
